Gres normal VS gres porcelánico
¿Qué es el porcelánico y qué usos le podemos dar?
El gres porcelánico es una cerámica de pasta compacta y dura. La palabra gres quiere decir que la masa de la baldosa está greificada, es decir, que es muy compacta porque se obtiene prensando diferentes sustancias como amasijos de arcillas, arena o gravilla. El resultado es una arcilla dura, no porosa y prácticamente impermeable.
CARACTERÍSTICAS
DEL GRES PORCELÁNICO
- Una de las principales características del gres porcelánico es su elevada resistencia a la abrasión, lo que lo convierte en un material de larga duración y mantenimiento relativamente sencillo que permanece en buenas condiciones incluso si caen objetos de gran peso en él. También destaca por tener una porosidad casi inexistente, lo que influye positivamente en su capacidad de absorción de líquidos (tiene una absorción muy baja).
- Otras características de este material, la mayoría ventajosas, son:
- Está
fabricado en una única cocción, por lo que el material es exactamente igual en
la base que en la superficie.
- El gres
porcelánico es un material compacto, antideslizante y, sobre todo, muy
resistente al agua, al hielo, a la lluvia y a los cambios de temperatura.
- El porcelánico puede tener multitud de colores, espesores, acabados y formatos, e incluso puede imitar multitud de materiales naturales (madera, piedra, granito o mármol) adaptables a prácticamente cualquier estética y estilo.
- Gracias a su versatilidad, podemos hacer diferentes combinaciones de porcelánico con otros materiales y utilizarlo tanto en interiores como en exteriores.
- El
porcelánico muy fácil de trabajar, por lo que puede ser cortado o perforado y
personalizarlo según necesidades.
- Es fácil de mantener e higienizar. El porcelánico retiene sustancias orgánicas y bacterias, que a veces son causantes de alergias. El mantenimiento de este material también es muy sencillo: puedes utilizar prácticamente cualquier detergente o desinfectante para limpiarlo.
DIFERENCIAS
ENTRE EL GRES NORMAL Y EL GRES PORCELÁNICO
La diferencia entre el gres normal y el gres porcelánico es, básicamente, su fabricación y composición, lo que les confiere unas propiedades distintas. De hecho, el porcelánico es más resistente y también más duradero.
Pero esta no es la única diferencia. Otro factor diferente en ambos materiales es su precio: el porcelánico puede llegar a ser hasta un 50% más caro que el gres normal dependiendo del fabricante, de los acabados, etc.
Y, por último, también hay una diferencia entre estos dos materiales en lo que a su trabajo se refiere. El gres normal es más sencillo de colocar por lo que, en líneas generales, es una opción más barata y más rápida que el gres porcelánico. Aún así, colocar el gres porcelánico no es complicado, y cualquier profesional de la construcción y de las reformas de Geteco, lo haría sin complicaciones.
¿GRES
NORMAL O GRES PORCELÁNICO? ¿CUÁL ME CONVIENE?
Elegir un tipo de gres en una reforma o al construir una vivienda depende de múltiples factores. No se trata de que un material sea mejor que otro pero, según dónde lo queramos, nos convendrá más poner uno u otro. Por ejemplo, para pavimentar el interior de una vivienda, ambos pueden sernos útiles. Sin embargo, para zonas de alto tránsito peatonal (sobre todo en negocios como tiendas, gimnasios o bares) y zonas muy húmedas de la casa (como las duchas de obra) es mejor optar por la durabilidad y resistencia que nos ofrece el porcelánico. Algo similar ocurre con la zona de la cocina: el gres porcelánico es “antiácido”, por lo que vinagres, Coca-Cola o zumo de limón no dejan mancha si se derraman en él (algo que no ocurre con el gres normal o con el mármol, el parquet o la piedra natural). Tampoco aceites, café o colonias dejan mancha sobre este material.
Elegir un tipo u otro de gres también está condicionado por la ubicación interior o exterior. En terrazas exteriores, el porcelánico nos dará mejores resultados porque sus piezas son compactas, antideslizantes y anti adherentes, garantizando la resistencia al hielo, a la lluvia y a los cambios de temperatura. Últimamente, el uso de este material se ha extendido también al recubrimiento de fachadas: en ellas la resistencia y un mayor aislamiento están garantizados.