El Concejo aprobó iniciativa para que el Ejecutivo favorezca a aquellas empresas que posean nómina femenina en su plantel de servicios y oficios al momento de otorgar obras. El proyecto surgió en Arriba Mujeres, la organización creada por la diseñadora de interiores.

A Viviana Imperiale -diseñadora de interiores- le preocupaba que no hubiera mujeres en el sector de la construcción. La profesional trabajó capacitando a arquitectos, ingenieros y albañiles en pintura, pero se percató que era un ámbito reservado para los varones. Para cambiar esta situación creó un proyecto y armó una organización con el objetivo de capacitar a mujeres en el oficio y brindarles una herramienta que les otorgue una salida laboral.
La iniciativa fue elevada al Concejo municipal a través del saliente edil Lisandro Zeno y fue aprobada en el recinto. Propone que el Ejecutivo beneficie a las empresas que incluyen mayor cantidad de mujeres en su plantel al momento de conceder obras municipales.
De acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, a nivel nacional, las trabajadoras representan sólo el 3,3% de la industria.

Viviana Imperiale manifestó que las constructoras deben entender que las mujeres pueden trabajar de manera conjunta porque son un gran complemento.

La diseñadora, para incentivar a que otras mujeres aprendan el oficio, preparó un programa de capacitación que mostró a diferentes empresas de la ciudad para conseguir insumos. Se contactó con la Fundación Camino – Conin y el Banquito Solidario, quienes le brindaron el espacio físico, y empezó a dar talleres de pintura. La convocatoria fue exitosa. Capacitó a 45 mujeres de entre 16 y 60 años que recibieron certificados de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) mediante la escuela de oficios.

Arriba Mujeres, la organización que conformó junto a otras colegas, logró su personería jurídica. Se aspira a otorgar herramientas a otras mujeres en situación de vulnerabilidad para que se capaciten en oficios no vinculados con el cuidado de personas o la limpieza.
Desde esta organización planean continuar con los talleres de pintura e incorporar otras capacitaciones como gasista, electricista, albañilería y carpintería. 

Mujeres a la obra, el proyecto del saliente concejal Lisandro Zeno que se transformó en ordenanza, instaura la promoción y garantía de empleabilidad de mujeres en la construcción y obras que desarrolle el municipio. Sumado a esto, procura impulsar una participación paritaria (50%) de las mujeres sobre el total de personas inscriptas en los diversos programas e instancias de formación y capacitación en oficios que realicen desde la municipalidad, en relación a la cantidad de personas registradas o cuando las capacitaciones no sean dirigidas a mujeres específicamente.

“Es necesario llevar adelante políticas y medidas basadas en la idea de discriminación positiva que establece la Constitución Nacional para favorecer la participación de las mujeres en espacios que históricamente les fueron negados o que tuvieron la participación casi exclusiva de varones, como son los oficios y trabajos relacionados a la construcción, obras, refacciones, pinturería y plomería, entendiendo que existen obstáculos reales, muchas veces, basados en estereotipos de género”, expuso la hasta este 10 de diciembre titular de la comisión de Feminismos y Disidencias, Caren Tepp, en relación al propósito del proyecto que fue aprobado finalmente en el recinto.

La iniciativa aspira a que el Ejecutivo municipal de prioridad en el otorgamiento de obras, trabajos, instalaciones y reconstrucciones a personas que participen en las instancias de licitación, públicos o privados, o de concursos de precios que aseguren contar con mayor intervención de mujeres en el plantel, sea personal fijo o contratado. “Se busca que ante ofertas similares se priorice a quienes contraten mayor cantidad de mujeres”, explicó Tepp.
Asimismo, se aspira a fomentar una participación igualitaria en la formación y capacitación en oficios que desarrolla la municipalidad.

La visita de Arriba Mujeres en la reunión de la comisión de Feminismos permitió escuchar sus experiencias. “Muchas de ellas, empezaban sus primeros y únicos trabajos. Habían sido empleadas de limpieza o de cuidados, que eran tareas que no elegían sino que estaban asignadas a su género. Cuando pudieron capacitarse, identificaron que eran ese tipo de tareas las que querían realizar y poder vivir de eso. Muchas encontraron la limitación de no ser contratadas por una cuestión de género lo que las incentivó a difundir la situación y encontrar apoyo de otras personas que sí las elegían por ser mujeres”, profundizó Tepp. Y observó que el proyecto es “el primer paso para fomentar contratos estatales y en el sector privado para que cada vez más mujeres puedan elegir de qué trabajar sin ser discriminadas por el género”.